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14.1.08

Secretamente

Secretamente serás entre mis brazos
no una frase cursi ni un verso
respirado a medias entre bocanadas
de aire juglar y pretensión avantgarde
ni serás una pintura bella e imprecisa
de la amante y la voluptuosidad de su pasión
o el fresco de una ninfa grandiosamente
bella e intocable
ni siquiera serás una amiga
que sabe todo y no necesita hablar
que recibe el abrazo en un costado
como una costumbre de siempre
que le ha hecho falta, no
secretamente seremos la sombra del otro:
una copla nunca escrita
un beso marchito
un poema afónico
y su final sordo y absurdo y reiterativo

pero secretamente serás entre mis brazos
secretamente
secretamente
secretamente

28.11.07

A veces también soy










Puedo ser cínico,
cruel,
patético,
nostálgico,
violento,
nihilista,
ingrato,
descorazonado,
irreverente,
torpe,
incrédulo,
irreflexivo,
sádico,
calmo,
fiel,
mentiroso,
implacable,
sucio,
frío,
amante,
filósofo,
loco.

A veces también soy poeta.
Entonces me amás.

15.11.07

La tristeza mía

I
Toda la tristeza del mundo,
la que tuerce a los amantes,
la que desgarra ojos,
la que perfila hasta luegos,
la que los niños sangran
por cualquier cosa
y los ancianos se sacuden,
la que se desvela en mi pecho débil
y me enloquece
y se me escurre por los ojos
y me despierta en las noches,
en las madrugadas amargas,
toda toda ésa,
no existía antes de vos.

II
Te digo que te amo,
pero lo que quiero decir es que amo
las cenizas de tus besos,
tu gemir de loba,
tus imposibles presagios (acertados):
el juego.

Te haré pagar por mi tristeza
con los poemas más bellos,
los crepúsculos más agrios,
y el luto de tus manos.

Lo prometo.

III
Y cuando haya cumplido mi promesa
—la cumpliré, eso sí—
bailaremos sobre los huesos
de eso que fue verdad,
que fue luciérnagas
y eternidades y rituales.

Será un día de tristísima celebración.

9.9.07

Hablemos en la lengua olvidada del universo

Digamos algo sin pronunciar una palabra.
Sabemos ya que los mitos y las historias
solo las podemos revivir con signos
ficticios e inexactos.

(El ocaso lame las sombras del pudor
mientras te desnudo, mientras tus manos arden,
tu boca gime, el mundo se detiene,
el invierno de tu cuerpo se confunde en su goce
inesperado y extrañamente anhelado desde siempre.)

Las palabras están muertas.
Hablemos entonces en la lengua olvidada del universo.
Revivamos al instinto.
Démosle aguas nuevas al beso.
Olvidemos las formas del hombre.

Te juro, mujer, que seremos inmortales.

22.2.07

Si nos decimos adiós

Si nos tenemos que apartar
es sabiendo que la separación
será solo transitoria,
no como nuestro deseo.

Si el morir de la tarde nos distancia
y nos alejamos aún buscándonos,
es porque tenemos que hacerlo,
porque mamá, porque las tías,
porque el tiempo…
Porque así tiene que ser.


Si nos decimos adiós
es anhelando el reencuentro,
tanteando los pasos,
midiendo los momentos restantes,
gastándonos un poco con el viento
y con las costumbres
y las conversaciones casuales.

Pero siempre sabremos regresar.
El camino al abrazo lo sabemos de memoria.

28.11.06

Nacer. Morir. Levantarnos de la tumba y seguir.

I
Mirá que cuando te vi,
que cuando te besé,
que cuando te amé,
no te amé
por lo que eras entonces:
una niña con cabellos de sal
y ojos tan bellos pero
¡ay! también enjutos,
también vacíos de mí.

Te hice unos labios nuevos,
te dibujé una boca,
te esculpí una cintura,
y cuando creí que eras perfecta
para nacer de mis besos,
me rechazaste.

II
Sí, me vaciaste los ojos,
me mordiste el hígado,
te divertiste bailando por mi cuello.
Reías con carcajadas sordas.

Pero vos no eras el problema,
era yo.
Me tuviste que enseñar a amar.
Me borraste la frente,
cincelaste unas manos frescas
de la tosquedad del silencio y la costumbre.
Recogiste mis lágrimas
para beberlas en la noche.

III
Entonces nos embargó un silencio hosco.
No sabíamos si seguir.
Habíamos nacido de los ojos del otro,
del vientre de nuestros ritos,
y sabíamos que sufriríamos mucho
y que amaríamos más,
y nos dio miedo.

IV
Elegimos seguir.
Nacer.
Amar cada momento.
Morir.
Levantarnos de la tumba y seguir.

Siempre seguir.