12.3.09

Sin título I

Hay días donde todo empieza bien. Encontrás tu ceral favorito en la alacena; tomás el bus a tiempo; vas al día con los bretes de la u; respondés con cierto aplomo las preguntas del profesor. Es mi día, pensás, con una sonrisa que casi te duele de lo poco acostumbrado que estan tus labios, ultimamente, a sonreir.

Te fumás un cigarro cuando salís de clase; te sentís caritativo y le das unas monedas a un pordiosero; te topás con una amiga que tenías mucho de no ver (la encontrás menos guapa; te das cuenta que la dejó el novio recientemente; secretamente te alegrás: nunca te dio pelota); caminás lento y con seguridad hacia la parada. Es un buen día, pensás de nuevo: estás satisfecho.

Te subís al bus y la ves; eligís un asiento cercano pero desde donde no te puede ver; te encanta: su cuello largo, sus ojos claros, su piel suave, los mechones de pelo que se le salen de su gorro morado (odiás los gorros tejidos como ésos pero el de ella te parece una excepción a la regla).

Entonces querés hablarle pero no sabés cómo. Te quedás callado. Te ponés triste. Te das cuenta que solo te gusta porque te recuerda a ella. Te bajás del bus. Te sentís patético. Te embarga una soledad vastísima. Querés llorar, gritar, coger.

Sos una mierda.



Foto: "Paso peatonal" por Cristóbal Serrá J., publicada en su deviantart

8.1.09

¡Terremoto! Conciencia, arte y periodismo



Periodismo o arte


Cuando Mario Vargas Llosa nos muestra cómo Zavalita, alterego del mismo autor en "Conversación en la Catedral", descubre un oscuro secreto en su poderosísima familia burguesa y decide huir, para dedicarse al periodismo y abandonando su actividad política (era un socialista underground) y su sueño de ser escritor, nos está mostrando algo más: Zavalita es un hombre que carga con un pasado tan tormentoso que es incapaz de tomar el camino del arte, porque el arte es, entre otras cosas, elegir la permanencia del pasado.

El lastimero protagonista de la que es quizá la novela más completa del Boom Latinoamericano toma una decisión cobarde: periodismo de segunda y no literatura, comodidad antes que amor, escapismo sobre militancia. Sin embargo, es dificil juzgarlo: su desventura familiar es realmente trágica. De nuevo, elegir la literatura (o el arte, en todo caso) es elegir la permanencia del pasado. El periodismo y los medios de comunicación dominantes, en cambio, viven del hoy y no conocen más que lo efímero: el pánico y el sufrimiento de hoy, el éxtasis y la gloria de mañana.


La catástrofe como conciencia

El terremoto de ayer puede ser tanto un evento revelador y conciencizador como un distractor. El periodismo suele abordar la segunda alternativa; se enfoca, con distinto grado de sensacionalismo (aunque otorguemos que en el periodismo mejor logrado puede no haber sensacionalismo del todo), en la catástrofe, las pérdidas materiales y humanas. O sea, se enfoca en el hoy.

Pero, vistos desde otra luz, los desastres naturales (propongo un nombre con una connotación menos negativa y más neutra, algo así como "happenings naturales") son momentos memorables, y acaso por lo anterior, especialmente bellos. Los desastres naturales nos distraen (en el buen sentido) de la monotonía de la rutina, nos unen como personas, nos hacen pensar en nuestra mortalidad y en el valor de la vida humana. Nos vemos como somos: hormiguitas. Nos dan prioridades. Es triste decirlo, pero vivimos adormecidos: el piso tiene que moverse, literalmente, para darnos cuenta de donde estamos parados.


Cambio y acción política

Lamentablemente la conciencia adquirida en el momento del desastre o happening natural es breve y muchas veces ni siquiera se da porque es opacada por el pánico, palabra favorita del periodismo y el mercado y no por casualidad: pánico igual consumo irracional. El resto de las veces es una conciencia de corta vida y muere cuando el mundo vuelve a su normalidad y la gente se despreocupa y deja de pensar en dejar las puertas de los cuartos abiertos y los zapatos a los pies de la cama.

Pero la experiencia es una sacudida (juego de palabras totalmente casual) que puede clarificar las cosas por unos momentos. La confusión se puede aprovechar para replantearse prioridades; el shock puede ser aprovechado y redireccionado hacia el cambio.


P.D: Hoy hay una manifestación frente a la Embajada de Israel en solidaridad con Palestina. Y ya pasó el temblor, ¿verdad?

2.10.08

¿Para dónde agarramos?

La sociedad del bisonte Pietro Bulgarelli y el... mmmm, productor audiovisual Alonso Víquez vuelven con un video que pretende renovar el documental costarricense. "¿Para dónde agarramos?", ganador del premio del público en el Festival de Cine y Video Documental Terruño Espressivo, interroga a diferentes habitantes de San José sobre su vida, la desigualdad, la pobreza y la felicidad.

30.6.08

Dos kilos

Acá está el primer cortometraje de Pietro Bulgarelli. De aquí su carrera vino hacia abajo, pobre muchacho.

11.4.08

Reflexión del escritor ocioso

Tengo tiempo de estar queriendo escribir un guión o una novela. No puede ser cualquier historia; tiene que ser grandiosa pero no grandilocuente, refinada pero no pretenciosa, popular pero no vulgar, breve pero no superficial, lenta pero no aburrida, estilizada pero no demasiado pulida, profunda pero no abstracta, crítica pero no evidentemente política.

Preferí no escribir nada.

6.3.08

Y que tenga usted unas buenas noches, doña Digna

Regáleme 5 minutos de su tiempo y me dice que piensa de este corto codirigido junto a Pietro Bulgarelli (el guevón de confites salados):

14.1.08

Secretamente

Secretamente serás entre mis brazos
no una frase cursi ni un verso
respirado a medias entre bocanadas
de aire juglar y pretensión avantgarde
ni serás una pintura bella e imprecisa
de la amante y la voluptuosidad de su pasión
o el fresco de una ninfa grandiosamente
bella e intocable
ni siquiera serás una amiga
que sabe todo y no necesita hablar
que recibe el abrazo en un costado
como una costumbre de siempre
que le ha hecho falta, no
secretamente seremos la sombra del otro:
una copla nunca escrita
un beso marchito
un poema afónico
y su final sordo y absurdo y reiterativo

pero secretamente serás entre mis brazos
secretamente
secretamente
secretamente